1828: de perfumes y peluquerías de damas
Los avisos daban cuenta, en 1828, del esmero y dedicación de las porteñas con su acicalamiento. La cosmética de entonces y la hermana de Rosas.
Seguramente un día, algún buen lector de viajeros y memorias de Buenos Aires y de nuestro país, nos hará una compilación de cómo vieron en los siglos XVIII y XIX a nuestras mujeres. A modo de adelanto podemos afirmar que la gran mayoría se deshizo en elogios, y algunos deslizaron otros sorprendentes, como un británico que llegó a Buenos Aires con las invasiones y fue trasladado a Luján, donde vio entretenerse a muchas señoras... despiojándose por la tarde al sol.