Virginia Carreño más de 100 años con la cultura

Elsie Krasting de Rivero Haedo es también conocida como Virginia Carreño, seudónimo a través del cual ha dado a conocer numerosos libros, ensayos, argumentos teatrales, notas periodísticas y otras tantas imposibles de registrar sobre nuestro pasado. Su novela María de los Angeles, que escribió con Constanza de Meneses, llegó al cine en febrero de 1948, con Mecha Ortiz y Enrique Alvarez Diosdado en los papeles protagónicos.

Elsie ha llegado a sus cien años, y no cometo indiscreción alguna tratándose de una dama, ya que ella nunca ha ocultado su edad, que la encuentra rodeada de amigos que la admiramos por sus muchas virtudes y la envidiamos sanamente por su capacidad de trabajo y de generar novedosas iniciativas culturales
A ella el tema campero no le ha sido ajeno en absoluto y sin duda alguna es la pionera en esa actividad. En la década del 60 por Radio Nacional y con singular éxito divulgó la temática en varias audiciones, que en 1968 fueron los capítulos del meduloso estudio titulado Estancias y Estancieros, que salió con el sello de la extinta editorial Gouncourt.
Recuerdo haber trabajado con ella en 1986 con motivo del Congreso ICOM en Buenos Aires y junto con el inolvidable Fernando Asuncao, mucho bregó por la exhibición junto a los trajes que se usaron en el siglo XIX y a comienzos del pasado, también se lucieran tejidos criollos, ponchos y aperos.
De sus conferencias tan didácticas y entretenidas mucho se puede decir, esta columna en mayo de 2009 comentó la que brindó con el auspicio de la Asociación Argentino Irlandesa, sobre los colonos de ese país que llegaron a nuestras tierras y fueron verdaderos pioneros del campo argentino. Allí unió al conocimiento del tema interesantes anécdotas sobre la idiosincrasia de aquellos irlandeses. No olvidamos la que, con el auspicio de la Fundación de la Sociedad Rural Argentino, ofreció sobre "El primer estanciero criollo", cuando se homenajeó a Luciano Miguens, sin llevar una línea ni papel apuntado.
Tiene especial devoción al Beato Roque González de Santa Cruz, aquel criollo que encontró con sus compañeros de la Compañía de Jesús el martirio mientras predicaba a los indios. Elsie escribió mucho sobre el tema; divulgó largamente la labor del sacerdote, y se ha ocupado de que la imagen del Beato aparezca con un mate en la mano.
Nos podemos imaginar que estas líneas serán leídas por muchos que han atesorado sus libros y escuchado sus conferencias, y por aquellos que hemos tenido el placer de ser sus invitados a la hermosa quinta "Once Varas". Sin duda, ése es el mejor homenaje que puede recibir esta dama en su centenario.
Por Roberto Elissalde para el diario La Nación nota del año 2012

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